martes, 22 de junio de 2010

SEMINARIO "El Otro, Dios, el amor"

SEMINARIO "El Otro, Dios, el amor"

Buenos Aires, Argentine. - Graciela Graham, Zulema Fernández

SEMINARIO
"El Otro, Dios, el amor"

Graciela Graham & Zulema Fernández

Para leer el argumento en pdf, haga click en el título de la actividad

1ros y 3eros sábados del mes
Comienza 17 de abril- 11 HS
Hotel Alpino- Cabello 3318 - CABA

Los pequeños matemas de Lacan - Jean Louis Sous

El 3 de julio de 2010 se realizará la jornada convocada por la Ecole, Revista Opacidades, llamada "los pequeños matemas de Lacan".

Clik en el título para acceder al texto.

sábado, 19 de junio de 2010

Foto del evento de Chacabuco

A propósito del encuentro de acompañamiento terapéutico*

(Presentado en la Primer Jornada Regional de Acompañamiento Terapéutico, realizado el 19 de junio de 2010, en Chacabuco, Pcia. de Buenos Aires, organizado por el Instituto de Educación Superior de formación docente y técnia Paulo Freire)


En primer lugar, quisiera comentar una novelle de Kenzaburo Oé, escritor japonés con muchos galardones literarios, premio Nobel, llamada Agüi (ajó), el monstruo del cielo , para situar en ella el lugar del acompañamiento terapéutico y las preguntas que surgen en el comienzo del mismo, algunos de los avatares que se pueden producir en el proceso, y la transferencia y la salida del mismo.

En segundo lugar, presentar algunas inquietudes respecto de la intervención en el campo Psi, y las tensiones entre la psicopatología y el análisis, entre la clasificación psiquiátrica y la literalidad del caso. En todo caso, entre la preminencia del fármaco o de lo simbólico y el lenguaje. Entre el cuerpo biológico y el cuerpo sexuado y simbólico. Entre el sujeto de la biopolítica o el sujeto de la pragmática de sí.

Dinos como sobrevivir a nuestra locura

No creo que pueda contarles las impresiones que causa la lectura de esta Novelle y por otro lado, solo quedarán insinuadas las cuestiones enunciadas en el primer párrafo. El libro Dinos cómo sobrevivir a nuestra locura presenta tres novelles, donde se pone la cuestión del duelo en primer plano. A propósito, debo mencionar el comentario y análisis realizado por el psicoanalista Jean Allouch, en el libro “Erótica del duelo en el tiempo de a muerte seca” en el capítulo Literatura gris III, estudio c , de donde me precipitaré a tomar de este autor algunos rasgos que caracterizarían al duelo. El primero, que quien está de duelo se halla habitado por el ser que ha perdido , segundo, la equivalencia de una enfermedad mental y de un duelo, cuya curación consistiría en el fin de duelo ; tercero, el duelo es un cambio de relación con el muerto; cuarto, que lo anterior implica un sacrificio gracioso; quinto, el doble duelo ; sexto, el duelo de lo que no se sabe pudo ser, la muerte de un hijo; séptimo, la pregunta ¿En qué lugar público están los muertos? . En todo caso, tomaremos para nuestro propósito el segundo rasgo.

Se trata de un joven estudiante que acepta su primer trabajo, que en cierto modo ponga en juego su responsabilidad. Comienza el relato, temporalmente a diez años de aquel trabajo, haciendo una referencia al uso de un parche en un ojo, tiene una diplopía, producto de una pedrada que recibió en aquel tiempo. Por ahora, lo usa en privado al parche, pero no sabe si lo usará en público.

“Hace diez años, en aquel momento en que empieza mi historia, yo veía perfectamente con ambos ojos. Ahora, uno de ellos está deteriorado sin remedio. El tiempo ha cambiado de aspecto, es un tiempo que ha dado un salto desde el trampolín que constituye un globo ocular reventado por una pedrada. Antes de conocer a aquel loco sentimental” .

El relato continúa en el momento de la contratación. Habla con un importante banquero que lo contrata para que acompañe a su hijo, un famoso compositor.

“Mi hijo se siente poseído por un monstruo (como un conejo gigante imaginario, como un oso de grande). Ha abandonado su trabajo y se ha recluído en la casa. Me gustaría que saliera a la calle de vez en cuando, pero por descontado necesita que alguien lo acompañe.”


Desde ahí comenzaron sus preguntas, qué clase de enfermedad padecía,… ¿una intensa neurastenia o una clara esquizofrenia?... El padre menciona que sólo piensa en lo que le tiene obsesionado, pero no está tan mal para internarlo en un psiquiátrico y le asegura que ya tiene el trabajo.

“Estas palabras provocaron en mi una gran repulsión, así que consideré a D, y no a su padre, mi patrón. (El padre agrega) Sólo quiero una cosa: que durante estas salidas por la ciudad, no haga tonterías y no provoque ningún escándalo; de modo que procura estar ojo avizor, nada más” .

Luego, se presenta ante D, quien da por supuesto el contrato diciendo, podría un loco someter a examen a una persona normal” y luego añade que comenzarán “nuestro trabajo”.

En la primera salida D, luego de contemplar el cielo y viendo que el acompañante lo miraba extrañado dice:

“Cuando el cielo está despejado, se distinguen perfectamente las cosas que flotan en él. El está entre ellas, y a menudo, cuando voy a alguna parte, baja de allí y viene a mi lado. Me contento con que no des muestras de sorpresa ni te extrañes cuando Él baje a mi lado y yo le hable. Porque si te echas a reir o intentas hacerme callar, puede asustarse, ¿comprendes? Es más, si cuando Ël y yo estemos conversando notas que yo desearía que intervinieras te pido que lo hagas y, como es natural, que te pongas de mi parte. Intento hacerle ver que Tokio es como el paraiso”.

El acompañante apuró a la enfermera de la casa y le contó que se trataba de un bebé enorme vestido con una camiseta blanca de algodón, muy gordo, grande como un canguro… que baja del cielo. “Dice que esa criatura monstruosa tiene un miedo terrible de los perros y la policía” .

El acompañante va a la casa de la ex mujer de D, quien le dice:

“Debe tratarse del fantasma del bebé que perdimos. ¿Sabes por qué lo ha bautizado así? Sencillamente, porque, desde su nacimiento hasta que murió, nuestro bebé no habló más que una vez, y lo único que dijo fue Agüí… (agrega más tarde) Al nacer, nuestro bebé tenía en la parte posterior del cráneo una protuberancia… el médico se equivocó de diagnóstico… para evitarnos una espantosa calamidad, (D.) hizo matar al chico. Para que no viva como un vegetal… luego la autopsia confirmó que se trataba de un tumor benigno”

Están separados, el iba a buscar una llave, la mujer lo considera un cobarde que no se atreve a suicidarse y que no deja en paz al bebé, y que jamás limpiará sus manos de sangre.

El acompañante debe llevar otro recado a una actriz y ex amante. Comunicarle que no puede cumplir la promesa de casarse. Iban a casarse. El día que nació el bebé estaban juntos en la cama.

En una de las salidas en bicicletas se cruzan con una jauría de perros, el acompañante temió por sí, por D. y Agüí. Se aterró y quedó paralizado mientras que la jauría de perros pasaba. D. lo calma y le habla de Agüí y de que hay un mundo a cien metros del suelo donde se encuentran los muertos.

En la última salida, D. se arroja bajo unos camiones y es internado.

El acompañante le dice:

“¿Me contrató únicamente para facilitar su suicidio? Y la historia de Agüí, ¿fue sólo un montaje? –Dicho esto, entre las lágrimas y los sollozos que me anudaban la garganta, dejé escapar, siendo yo el primer sorprendido, estas palabras (el relato es en primera persona) ¡Pero si estaba a punto de creerla!
Entonces una sutil sonrisa iluminó el rostro ennegrecido y arrugado de D., una sonrisa de burla o de amistosa complicidad. Mis ojos estaban llenos de lágrimas y los objetos que tenía delante me parecían borrosos”

D muere y luego ocurrió el accidente, una pandilla de chicos, que se asustaron al verlo lo apedrean, recibiendo en el ojo derecho un golpe.

“Con mi otro ojo vi cómo las gotas de sangre caían absorvidas una tras otra por el polvo de la calle, igual que un imán atrae las limaduras de hierro. Justo en ese momento, a mi espalda, tuve la sensación de que alzaba el vuelo hacia el cielo azul, todavía triste por la crudeza del invierno, un ser al que a partir de entonces añoraría siempre y que tal vez tuviera el tamaño de un canguro. Adios, Agüí.”

Algunas consideraciones generales

Creo que la obra representa un punto de partida para interrogar las posibilidades de acompañamiento. Sin enumerarlas, claro pero podría desplegarse un abanico, que vaya desde un contrato de un tercero para que aplique un ojo avizor, y por el otro extremo, de una complicidad a ciegas, cumpliendo un libreto que solo el sujeto a acompañar sabe. Dicha tensión, o diplopía, reaviva la discusión del sentido del acompañar.

Me gustaría incluir en este punto, la cuestión del cuidado. Si bien, un sentido plantea el cuidado, como alarma, como vigilancia, con el agregado de vaciamiento de la capacidad de acción de quien es cuidado, con su objetalización; se puede considerar otra aspecto del cuidado, tomando en la significación la resonancia de los trabajos de Michel Foucault , donde se inscriba el acompañamiento en cierta lógica de la existencia de un sujeto, y de los sentidos que porta y por lo que vive y muere. Este último sentido, revive cierta consideración donde en el otro, lo humano es irreductible.

Dentro del campo psi es necesario establecer algunas distinciones de la terapéutica. La institucionalización psiquiátrica, y las derivadas (comunidades terapéuticas), la psicopatologización y su consecuente medicalización, muestra el ala dura del campo psi, reduciendo al sujeto a objeto de cuidado, a un caso dentro de la clasificación psicopatológica, o en la participación binaria (necesita medicación o no).

A cierta distancia, se halla el psicoanálisis, que más allá del cuerpo disciplinado, o el cuerpo medicalizado, promueve otro tipo de cuerpo, el cuerpo sexuado y simbólico, y frente al sujeto biopolítico, que se socializa en un régimen, un sujeto de deseo atravesado por el lenguaje, o el sujeto de la inquietud de si. En esta tensión, entre la clasificación y la literalidad del caso, es posible observar en estos días como el psicoanálisis se encuentra en ocasiones en uno u otro lugar.

Estas tensiones no dejan de atravesar el campo de los acompañamientos terapéuticos. La novelle quizá sea un representante de cierta opacidad en el campo de los dispositivos psicológicos terapéuticos

Muchas gracias.



Kenzaburo Oé. Dinos cómo sobrevivir a nuestra locura. Anagrama. 2000 Tercera edición. Barcelona. Original 1966.

Jean Allouch. Erótica del duelo en el tiempo de a muerte seca. Edelp. 1996. Original 1995. Pág.331.
Pág.341.
Pág.342.
Pág.343.
Pág.344.
Oé. Pág.58.
Pág.59.
Pág.61.

Pág.64.
Pág.67.
Pág.71.
Pág.75.
Pág.94
Pág.95
Michel Foucault. La hermenéutica del sujeto. Curso 1981-1982. Fondo de cultura económica. Buenos Aires 2006.

Jorge Alonso

domingo, 6 de junio de 2010

“Los pequeños matemas de Lacan”

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Jornadas:
Los pequeños matemas de Lacan
Sábado 3 de julio 2010
Hotel Atlas Tower
AVENIDA CORRIENTES 1778
De 10hs a 17hs
Hugo Gordó: A propósito de la publicación del libro de Jean Louis Sous: “Los
pequeños matemas de Lacan”
Jean Louis Sous: “El psicoanálisis... ¿una práctica sin valor?”
Graciela Graham: “Entre matema y poesía”
Alberto Sladogna: “Los pequeños matemas ¿transmisión sin erótica?”
Jorge Baños Orellana: "La pequeña ilusión de la legibilidad"
Participan: Graciela Brescia, Zulema Fernández, María Teresa López, Juan Carlos Piegari.
Convocan:
Ediciones Lecol y Revista Opacidades de la elp.
Arancel $ 100

Seminario de Allouch - ¿Cuál espiritualidad para el psicoanálisis?

Séminaire de Jean Allouch: Quelle spiritualité pour la psychanalyse ?

Córdoba, Argentina. — Vicente Mattoni, Jean Allouch


Córdoba - Argentina


Viernes 30 de julio (18h00)
Sábado 31 de julio
Domingo 1 de agosto

Lugar: El salon Mercadillo del hotel Interplaza, San Jerónimo 137 - Córdoba – Agentina